Bitácora semana 5
Aún vivo en una burbuja
Siempre tuve la conciencia de que crecí en una burbuja. Sabía que era muy afortunada por las oportunidades y comodidades que mis papás nos dieron con mucho esfuerzo a mi hermano y a mí. Estudié en un gran jardín: “La Ronda de los Niños”, el cual desde los cuatro años presumía sin pena ya que realmente me sentía muy orgullosa. Estudié en un colegio trilingüe y mis papás con el fin de darnos una mejor calidad de vida, decidieron que nos mudaríamos a 15 minutos del colegio, en Chía, Cundinamarca. Gracias a esta decisión yo no soy parte del grupo de niños que se queja por la terrible madrugada para esperar el bus a las 5:30 am, cuando todavía no había salido el sol. Tampoco tuve que aguantarme los insoportables trancones de la capital colombiana, su contaminación y el desespero que generaba. Pese a estas comodidades, sabía que muchas personas, muy lejanas de mi círculo social y familiar, vivían con condiciones precarias y debían someterse a muchos más retos diarios. Hay un punto en el que uno quiere salir de su burbuja y conocer nuevos lugares, visiones, perspectivas, podría decirse que, es aplicar el pensamiento crítico a partir de la experiencia.
Fue así como decidí estudiar en la Pontificia Universidad Javeriana hace cuatro años. Más allá de querer salir de mi zona de confort en Chía y por supuesto, llevarle la contraria a mis papás sobre la Universidad que ellos eligieron para mi a 20 minutos de mi casa, claramente la universidad era una excelente opción, especialmente si quería hacer el doble programa entre Comunicación Social y Relaciones Internacionales. Fue así como en el 2017 salí de mi burbuja y la princesa dejó de montar en carrosa. Al contrario, me familiaricé con el transporte público, y doble, bus intermunicipal y Transmilenio, debido a la considerable distancia entre Chía y la calle 45. Me volví amiga de los trancones, de la paciencia, de las madrugadas y del novedoso servicio de wheels, en el cual otros estudiantes de la Javeriana, que también viven en la Sabana de Bogotá y decidieron invertir tres horas diarias transportándose a su lugar de estudio, utilizan su carro para compartir el viaje con compañeros que lo necesiten. Lo más importante de esta decisión fue que adquirí más independencia y con ello, nuevas visiones del día a día. Fue de las mejores decisiones que he tomado y me alegra saber que salir de la zona de confort, no solo a la hora de estudiar, también fomenta el pensamiento crítico.
Ahora bien, el 22 y 24 de febrero, en la clase de Información y Documentación, descubrí que vivía una mentira. En realidad, continuaba dentro de una burbuja. Así pues, durante estas sesiones discutimos sobre la cultura digital, la cual consiste en el conjunto de interacciones que se llevan a cabo a partir de los recursos de la tecnología. En efecto, dentro de estas interacciones los algoritmos de cada web son protagonistas. Estos consisten en una fórmula matemática que hace que cuando busque información, por ejemplo, en Google, me aparezca lo que yo quiero, esto teniendo en cuenta mis investigaciones anteriores, los temas, clics, la localización, etc. Es decir, diversas variables creadas a partir de preferencias personales durante las interacciones en la web. Este algoritmo cuenta con dos premisas: rankea una página sobre otra y además, el dinero de por medio pagado por nosotros determinará lo que aparecerá primero.
A partir de esto, vimos el video publicado en el 2010 por la Lechonería “Donde Jimmy”. En este se evidencia cómo el gerente de una empresa de lechona en Bogotá utilizó Google Ad Works para incrementar sus ventas. Siendo así, además de ser conocido en su zona y tener gran acogida, necesitaban expandirse y utilizar nuevas herramientas para enfrentar la competencia. Así pues, con una inversión de solo 80 dólares, duplicaron sus ventas. Esto se logró a partir del logaritmo de Google Ad Work, el cual teniendo en cuenta variables como la ubicación y búsquedas de “lechona” o comida “típica”, promocionaba a la Lechonería Donde Jimmy a más usuarios cercanos y amantes de esta comida.
Este video evidencia que en internet no controlamos lo que vemos y lastimosamente, nos dejamos llevar por esta información de primera mano. Aunque para el caso de la lechonería resulta una estrategia de mercadeo y fomenta la compra de sus productos, esto va más allá del ámbito empresarial. Cuando investigamos sobre algún tema, las variables personales tomadas por el algoritmo influyen y por ende, no tenemos visiones diferentes a las acostumbradas. Es así como volvemos a la burbuja, en este caso, construida por una teoría de la información: Agenda Setting. De esta manera, este supuesto asegura que los medios cuentan con una lista temática predeterminada por los intereses y tendencias sociales, lo que resulta limitando la información que recibimos y aún más importante, que terminamos compartiendo. Siendo así, no estamos teniendo pensamiento crítico a la hora de consumir y estamos tomando una postura conformista con los mismos temas y perspectivas que los medios nos comparten, por su puesto, creadas por nuestros propios intereses.
Teniendo en cuenta lo anterior, se fundamenta la burbuja de filtros. Esta infiere que nuestros intereses se convierten en filtros a la hora de navegar por la web. Por lo cual, estamos encerrados en una sola mirada, perspectiva y un conjunto de temas que sabemos que nos gustan, pero tal vez no son lo más pertinente o necesario de ver en internet. Estamos desperdiciando la diversidad que podemos encontrar en la web debido a que no cuestionamos lo que consumimos. Al respecto, el profesor Juan Sebastián Cobos nos proyectó una Ted Talk a cargo de Eli Priser: “Cuidado con la burbuja de filtros en la red” (2011), donde se profundiza sobre la “relevancia” en las redes. Así pues, resulta que a partir de este algoritmo y de la burbuja de filtros, la web nos está mostrando lo que queremos ver, pero no necesariamente lo que necesitamos. Uno de los ejemplos que puso el conferencista fue Google, un buscador que tiene en cuenta 57 variables para controlar nuestros clics. Lo cual fue comprobado a partir de la comparación entre dos búsquedas en diferentes computadores y cuentas, pero de exactamente la misma ciudad. Mientras en uno encontramos resultados relacionados con cuestiones políticas en esta ciudad, en el otro, propagandas y oportunidades turísticas de esta urbe fueron los resultados principales.
Siendo así, el conferencista citó a Mark Zuckenberg, creador de Facebook, para hacer referencia a los efectos del algoritmo y de nuestra burbuja de filtros en nuestras interacciones en la red: “Que muera una ardilla en tu jardín puede ser más relevante para tus intereses a que mueran los niños de África”. A partir de estos planteamientos, la reflexión que el curso de Información y Documentación me dejó esta semana es la necesidad de romper nuestros filtros. Lastimosamente continué viviendo en una burbuja sin si quiera considerarlo, es decir, me hizo falta actitud crítica durante todos estos años donde he interactuado en la web. De esta manera, es urgente que nos enfrentemos a estas comodidades y cotidianidades, hay que lanzarse al agua de nuevas visiones. Como en uno de los ejemplos de la Ted Talk, podríamos comenzar frecuentando perfiles, blogs, cuentas, de personas con concepciones muy distintas a las nuestras. Así, lograremos tener en cuenta otras perspectivas y alternativas no solo de cuestiones académicas, sino de estilos de vida, filosofías, costumbres, etc.
Como uno de mis compañeros mencionó en clase, estamos viviendo el Mito de la Caverna de Platón. Interactuamos y nos relacionamos partir de lo que aparentan las sombras construidas por nuestros propios intereses y por consiguiente, nos estamos perdiendo de un mundo de ideas, hechos, cuestiones que podrían hacernos crecer como personas. Me complace afirmar que este curso cada vez me impulsa a salir de más burbujas sociales, de mi zona de confort, lo que me hará ser una profesional con más conocimiento y actitud crítica.
Por otra parte, otro de los aspectos que tocamos al final de la última clase fue la importancia de la publicación. Así pues, en primer lugar exploramos las herramientas que Google Academics nos puede brindar para obtener más conocimiento sobre un tema, por lo que cada uno activó la alerta para publicaciones que fueran de nuestro interés. Por supuesto, lo más importante es el hecho de aplicar el pensamiento crítico cuando los consumamos. De cuestionar los puntos de vista y hechos que nos comparten en la web, mientras evaluamos su razón de ser, sus propósitos y trasfondos. En segundo lugar, visitamos el repositorio de la universidad y después de un largo intento por comprender a la nueva plataforma, llegamos al punto de encontrar el ranking de universidades. En esta evidenciamos la importancia de las publicaciones a la hora de posicionar una institución. Más allá de la infraestructura, de la cantidad de egresados, de profesores reconocidos, entre otros, generar conocimiento y compartirlo, claramente bajo fundamentos, investigaciones y textos estructurados, es lo más trascendental. De esta manera, otra de las reflexiones con las que culminamos la clase es la importancia y responsabilidad con la que contamos con todo lo que publicamos. Desde un artículo simple hasta un extenso ensayo, es fundamental tener en cuenta cada detalle y en especial, cuestionar todo. Hay que tener en cuenta que otras personas lo leerán y pueden tomar ideas que definan sus decisiones, sus pensamientos, ideas y postulados que pueden llegar a ser compartidos y expandidos.
De esta semana lo que más me marcó, nuevamente fue la importancia de la actitud crítica. En todos los aspectos resulta ser un factor trascendental para ir más allá, para sobrepasar visiones y supuestos superficiales. Desde decisiones futuras tan simples, como cuando accedí a salir de una de las burbujas en las que vivía en Chía, hasta lo que consumo y produzco diariamente. Es gratificante que este curso nos impulse a ser tan críticos y en especial, a encontrar fundamentos al hacerlo. Esto nos hará profesionales con carácter, sentido, valores y un pensamiento mucho más trascendental. Espero y aspiro, ser consciente de las burbujas en las que aún vivo y de las que debo salir.
Referencias:
Pariser, Eli. (2011). Cuidado con la burbuja de filtros en la red. Recuperado de: https://youtu.be/B8ofWFx525s
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