Bitácora semana 14
¿Nos gusta mentirnos?
No basta decir solamente la verdad, más conviene mostrar la causa de la falsedad.
-Aristóteles
Verdad: concepto abstracto y subjetivo, ¿no creen? Cada vez que me preguntan qué es lo que más me molesta de una persona, mi respuesta es: “que diga mentiras”, o también, que sea desordenado, pero hoy nos centraremos en el primero. Soy del equipo de los que prefieren la cruda realidad, considero que es mejor afrontar los problemas, las imperfecciones, los errores, las molestias, cualquier cosa, pero de manera directa. No me gusta la sensación de sentirme engañada o defraudada cuando una persona me dice mentiras y tristemente, sé que lo está haciendo. Pese a esto, también he caído en el equipo de los que mienten, porque cuando alguien no me habla con la verdad y en ese momento lo sé, prefiero aparentar lo contrario y no comunicar mi insatisfacción ¿Por qué? La mayoría de veces es por querer evitar las controversias o por herir a alguien. Además, creo que los corazones y la conciencia de cada uno hará la labor pertinente ¡Qué ingenua! ¿no creen? Recuerdo que mi jefe hace unos días me dijo: “Saca ese 10% de maldad que hay en ti” porque en donde trabajo, y en general en todo el mundo, hay personas que roban, que mienten, que rompen corazones, que golpean y uno debe afrontarlas, por supuesto, sin aplicar los mismos métodos. Ahora, la cuestión es que cuando buscamos afrontarlas, la mayoría de veces para ellos hay otra verdad que defienden con todas sus fuerzas y finalmente, hacen que muchos se la crean, comenzando por ellos mismos. La magnitud de lo que estoy narrando trasciende hasta hechos bastante injustos y violentos que hemos normalizado. Entonces, ¿qué es la verdad? y ¿cómo defenderla?
En la filosofía, la verdad ha sido un concepto bastante polémico. Según Platón, la verdad es un reflejo imperfecto del “mundo de las ideas”. Por lo cual, es un ideal que se espera encontrar (Raffino, 2020). Por otra parte, Imannuel Kant consideraba a la verdad como “la adecuación del conocimiento con el objeto” y Friederich Hegel como “lo absoluto” (Raffino, 2020). Ahora, de una manera un poco menos abstracta, el Diccionario de la Real Academia Española otorga siete definiciones generales de la verdad. La número dos fue la que más me hizo reflexionar: “Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa” (Diccionario de la Lengua Española, 2021). Además, el diccionario precisa sobre una tipología: la verdad moral, la cual resulta ser la “conformidad de lo que se dice con lo que se piensa” (Diccionario de la Lengua Española, 2021). En este sentido, si pensamos algo ¿por qué nos contradecimos? ¿Por qué no defendemos esos ideales? Nos estamos engañando a nosotros mismos.
Esta semana, las clases de Información y Documentación me incitaron a aplicar el pensamiento crítico (sí, otra vez yo con eso, pero realmente considero que es la base de todas las reflexiones) sobre lo que es la verdad y por qué la evitamos, si finalmente, nos estamos haciendo daño a nosotros. Tal vez optamos por evitarla porque una mentira nos traerá buenos resultados a corto plazo, pero, ¿y a largo? Les pondré un ejemplo: cuando era pequeña mis padres me daban únicamente $2.000 pesos para mis onces del colegio, y solamente los viernes, ya que en la matricula estaba incluida la alimentación, la cual en realidad era muy buena. Esos dos mil pesos eran solamente para darme un gusto diferente al final de la semana. Un día, mi gusto dejó de ser un chocolate o unas gomas, y se convirtió en un peluche. No sé por qué vendían peluches en el colegio, tampoco era algo necesario, pero salvó a muchas amistades y noviazgos en los días de cumpleaños o de San Valentín; y al fin y al cabo, sí resultaba ser un atractivo para los niños. La cuestión era que ese peluche no costaba lo que mi papá me daba para las onces, tenía un precio de $20.000. Yo no me esforcé en pedir ese dinero, sabía que no me lo darían, por lo cual, opté por tomarlo de la billetera de mi abuelita. Excelente. Al día siguiente tuve mi peluche, pero, además, tuve una sensación insoportable en mi estómago y corazón, un vacío que no me dejaba mirar a los ojos a mi abuelita: culpa. La felicidad de tener un peluche se fue rápidamente. Por coincidencia, durante esos días me estaba preparando para mi primera comunión y debía confesarme con el padre. En efecto, confesé mi pecado y al día siguiente, mi deber era comentárselo a mi abuelita. Aunque sentí que me liberé de un peso de encima, y ella lo tomó de una manera increíble, seguía sintiéndome mal. Además, tuve que desistir de diez viernes de onces para saldar mi robo.
El punto de toda esta historia es que los resultados a corto plazo, no siempre serán mejores que los de a largo. Tuve mi peluche al día siguiente, pero hasta hoy en día, siento culpa y arrepentimiento. Es un acto bastante ingenuo, pero es la base de todo: de la corrupción de nuestros dirigentes, de la impuntualidad en nuestra cultura, de la intolerancia, apatía, y del plagio. Este último aspecto fue el tema central de esta semana. Cuando lo hacemos, además de estar robando las ideas, el trabajo y el esfuerzo de alguien más, estamos también engañándonos a nosotros mismos. ¿No creen que sería muy triste graduarse de la universidad sabiendo que no fue por mérito propio? ¿Graduarse evitando el pensamiento crítico? ¿Graduarse contradiciendo mis ideales? ¿Graduarse sin sentirse capaz de hacer algo innovador y autónomo? Bueno, tal vez lo estoy llevando al extremo, porque muchas de las ideas y perspectivas que queremos desarrollar en nuestros textos si deben ir sustentadas con otras fuentes. Sin embargo, si hay que tener mucha conciencia y actitud crítica para saber cuándo y cómo hacerlo. Entonces, es importante conocer los tipos de plagio, no solo para evitar la multa de 26.66 o 1000 salarios mínimos, o de cuatro u ocho años de cárcel, estipulados por el Artículo 271 de la Ley 599 de Colombia. Tampoco solamente por evitar ser suspendido o expulsado de nuestras instituciones de estudio y trabajo. En realidad, es cuando deberíamos aplicar la verdad moral y hacerlo por respeto a nosotros, a nuestros valores, a nuestra educación, a nuestra crianza, a nuestros profesores, a nuestro país, a nuestra institución, a los demás autores y a la profesión que queremos ejercer.
En este sentido, en 1997 en Oakland, California, Estados Unidos, fue creada Turnitin, una herramienta virtual utilizada para prevenir el plagio. En esta, los estudiantes publican sus trabajos y el servidor se encarga de buscar contenido no original, a partir de textos anteriormente publicados en la web. Los creadores de este sitio también elaboraron una lista de diez tipos de plagio, los cuales fueron clasificados a partir de su tipo de gravedad y la frecuencia con la que son implementados. Como podemos evidenciar en la figura 1, la clonación se encuentra en el puesto número uno de gravedad, es decir, la más alta, y con una frecuencia de 9.5. Esta consiste en la copia exacta del trabajo de otra persona. Copiado y pegado es la siguiente con una frecuencia de 8.9, y se basa en incluir amplios pasajes del texto de una única fuente sin modificarlos (Informática y Docencia, 2017). Adicionalmente, el mosaico, aunque tiene una gravedad siete, se destaca por su frecuencia, ya que se cuenta con 9.1. Este consiste en construir frases a partir de múltiples fuentes que encajan de manera apropiada (Informática y Docencia, 2017. Por otra parte, la reutilización es la última con una frecuencia de 4.4. Esta se caracteriza por hacer una citación correcta de las fuentes, pero un uso excesivo de las estructuras y/o los términos originales del texto (Informática y Docencia, 2017).
Figura 1: 10 modalidades de plagio más comunes según Turnitin.
Nota. Adaptado de Trunitin: Los 10 tipos de plagio más comunes [Fotografía], de Informática y Docencia, 2020, Blogspot (http://inforydocen.blogspot.com/2017/12/turnitin-los-10-tipos-de-plagio-mas.html)
Es evidente que hay una multiplicidad de tipologías que seguramente no conocíamos, sin embargo, ahora que lo hacemos, resulta esencial utilizar el pensamiento crítico cuando redactemos. Además, es fundamental estar muy atentos a nuestros métodos de citación para no caer en un plagio por inconsciencia o desinformación. Sigamos nuestros ideales y contribuyamos a la verdad, a la justicia y al respeto. Es nuestra responsabilidad nuestro futuro como personas, como profesionales y como ciudadanos. Dejemos de engañarnos y contradecirnos, sabemos que de estos aspectos que vemos tan mínimos, dependen los resultados a largo plazo. Seamos conscientes y creamos en nuestras capacidades críticas.
Referencias:
Congreso de la República de Colombia. (julio 24, 2000). Ley 99 de 2000. Artículo 271. Violación a los Derechos patrimoniales de autor y derechos conexos. Recuperado de:http://derechodeautor.gov.co:8080/documents/10181/182597/599.pdf/ca68d048-a120-4b78-8b19-325d09f9d585
Informática y Docencia. (2017). Trunitin: Los 10 tipos de plagio más comunes. Blogspot. Recuperado de: http://inforydocen.blogspot.com/2017/12/turnitin-los-10-tipos-de-plagio-mas.html
Raffino, M. (2020). Verdad. Concepto.de. Recuperado de: Disponible en: https://concepto.de/verdad/.
Verdad. (2020). En Diccionario de la lengua española. (Edición Tricentenario) Recuperado de: https://dle.rae.es/esclavitud
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