Bitácora semana 4

 ¿Nos gusta que nos manipulen?

Una nueva semana, un nuevo lunes y una nueva clase. Aunque muchos aseguren que desde la cuarentena la monotonía es continua, creo que este semestre no ha sido mi caso. Debo aceptar que los últimos dos semestres virtuales si propiciaron un sentimiento de desmotivación y de colapso debido a tantas lecturas y trabajos asignados, además del hecho de que todo fuera desarrollado en los mismos tiempos y espacios, entre las cuatro paredes de mi habitación. No obstante, este semestre, con las tres semanas que llevamos, todos los días siento que algo diferente me espera. Con esta mentalidad comencé la clase del 15 de febrero de Información y Documentación, con la expectativa frente a la nueva reflexión que adoptaríamos en esta clase. En efecto, ese es el principal propósito del profesor Juan Sebastián Cobos y de su curso, todos los días impulsarnos al pensamiento crítico. 

 

La clase la iniciamos como de costumbre leyendo tres bitácoras correspondientes a la semana anterior. Todavía no dejo de sorprenderme por la multiplicidad de visiones que se pueden adoptar sobre un mismo suceso. Muchos de mis compañeros han evolucionado en su escritura y en la adopción del pensamiento crítico a la hora de evaluar todo lo visto en clase. “Aprender a aprender”, nunca se me olvidará esta semana, jamás consideré que esto sería necesario y mucho menos, imaginé las múltiples interpretaciones y analogías que esto puede generar. 

 

Ahora bien, continuamos la clase con el tema destinado para este día: “La intertextualidad”, uno de los niveles para el tratamiento de información. De esta manera, en este punto la metáfora es una herramienta crucial. Así pues, comenzamos evaluando sus implicaciones: resulta ser una herramienta literaria que ayuda a comunicar mejor lo que se siente a partir de analogías o asociaciones con otros hechos, circunstancias u objetos. Por lo tanto, ayuda a visibilizar una emoción o un pensamiento que el interlocutor quiere interpretar o expresar. Igualmente, esta estrategia impulsa a conectar ambos hemisferios del cerebro, lo que implica una apropiación y desarrollo del aprendizaje más profundo. 

 

A partir de lo anterior vimos una TedTalk a cargo de James Geary “Hablando metafóricamente”. Este conversatorio me dio a entender cómo las metáforas están presentes en todos los aspectos de la vida. Así pues, más que ayudarnos a entender patrones, nos impulsa a crearlos. Elvis Presley y sus canciones fueron uno de los ejemplos que más me llamó la atención. Es verdad que es a partir de lo abstracto (como ideas, emociones, sentimientos) cuando más utilizamos las metáforas. En la canción “Agitado” los besos eran volcanes, ella era una flor y el amor era como estar estremecido. Con este ejemplo corroboramos los puntos a seguir para la utilización de metáforas: primero reconocer patrones y luego aplicar la sinestesia conceptual, pues es el estímulo del órgano sensorial. Siendo así, la conclusión de James Geary es que la metáfora es utilizada en todos los ámbitos sociales ya que facilita la comunicación e interpretación de información. Comparar con lo que conocemos a partir de lo visual y sensorial es la manera más apropiada de analizar y apropiarse de nuevos conocimientos. 

 

Teniendo en cuenta estos planteamientos lo asocié inmediatamente con mi clase de Crónica y Reportaje de prensa. Uno de los ejercicios que nos asignaron recientemente era narrar un viaje en ascensor. Lo más importante y difícil es que la ficción no podía incluirse. Por lo cual, a la hora de contar la experiencia era totalmente necesario el lenguaje sensorial para hacer el relato más interesante, más íntimo y real. Aunque un viaje pudo haber sido lo más común, aplicar metáforas nutría el texto. “Un vacío en el estómago como cuando uno desciende en una montaña rusa”, una frase que utilicé simplemente para describir la sensación de cuando el ascensor se detiene. Es así como reiteré la importancia de la sinestesia conceptual y cómo el órgano sensorial es crucial a la hora de expresarse. 

 

Teniendo en cuenta lo anterior, la aplicación de estas herramientas por parte de los comunicadores resulta ser aún más fundamental. En efecto, somos productores de información y para que cumplamos con el objetivo a la hora de transmitir comunicación resulta pertinente utilizar metáforas, claro, dependiendo del estilo y tipo de texto que trabajemos. Ahora bien, esto resulta ser una responsabilidad trascendental. En muchas ocasiones estas herramientas son utilizadas con intenciones negativas, especialmente para manipular. Un ejemplo de esto es la creación de falsas analogías, es decir, comparar situaciones o hechos que no tienen correlación con el tema o punto central, esto con el fin de desviar el foco y posiblemente desvanecer un argumento. 

 

A partir de este punto lo relacionamos con su implicación en internet, donde la inmediatez resulta ser un arma de doble filo. Así pues, aunque podamos adquirir información de una manera más rápida, puede ser cuestionada su veracidad. Es aquí cuando entra el análisis de las fake news, el tema que continuamos en la clase del 17 de febrero. En efecto, las noticias falsas son el resultado de algunas herramientas que impulsamos con la creación del internet. Apelar a los sentimientos para obtener mayores vistas, lo que en algunos algoritmos resulta ser la fuente de ingresos, fundamenta las fakes news. Hemos perdido la razón y el pensamiento crítico con muchos de los contenidos que consumimos porque nos hemos dejado llevar por sentimientos como el miedo, la rabia, la risa, la impresión, entre otros. Lo más curioso de todo, es que es intencionado por algunos periodistas con el fin de propiciar más consumo, pero a menor calidad. Esto me lleva a preguntarme ¿Hasta qué punto hemos llegado para lograr obtener dinero y visualización? ¿Cómo hemos permitido degradar así el periodismo? Porque es responsabilidad nuestra que este tipo de contenido se siga fomentando, pues lo consumimos y aún peor, lo volvemos a compartir. Es evidente que contamos con una responsabilidad que no estamos manejando de manera adecuada. Hemos llegado a afectar a muchas personas, empresas, organizaciones a partir de la calumnia o difamación.  

 

Siendo así, vimos una conferencia TedTalk "El lado oscuro de compartir" realizada por la periodista Camila Zuluaga, en la cual exponía los puntos claves para no compartir fake news: Primero, mirar la fecha de publicación. Segundo, investigar las fuentes. Tercero, contrastar fuentes con otros medios. Con esta presentación evidenciamos como los medios y periodistas que generan noticias falsas juegan con la intertextualidad al comparar cosas que realmente no son comparables. Además, lo más impactante frente a esta situación es cómo todos somos sensibles a las noticias falsas, pues apelan a nuestras emociones. Por lo tanto, no es una cuestión de educación, sino de emoción, lo que hace que todos podamos caer en su trampa.

 

 Esto me recuerda al video ¿Cómo nos manipulan las redes sociales? Otra TedTalk a cargo de Santiago Bilinkis, donde uno de los puntos centrales era como para algunos medios más que las vistas y clicks, nuestra atención, nuestro tiempo, eran su objetivo. Por consiguiente, retomo una de las reflexiones que me planteé en la segunda semana de este curso ¿Nos gusta que nos manipulen? A veces olvidamos que fuimos nosotros quienes creamos el internet y fundamentamos sus propósitos. Siendo así, nos dejamos llevar por tentaciones que nosotros mismos generamos y sobre las que perdimos el control. 

 

De esta manera, para continuar con la clase, el profesor nos presentó diferentes ejemplos de noticias falsas, una de ellas fue un video donde se veía un carrito de un vendedor ambulante junto a un policía. En las redes, donde el espectáculo nos nutre, esto da cabida a muchas interpretaciones. En este caso, sería claramente que los policías abusaron de su poder.

 

 A partir de este ejemplo y de los puntos aportados por Camila Zuluaga el profesor nos dejó la actividad de investigar una noticia falsa. Con mi grupo utilizamos la noticia que aseguraba que un bebé fue bautizado con el nombre “Pfizer”, el correspondiente a la compañía estadounidense que genera la vacuna para regular el Coronavirus y que fue traída a Colombia. Para este caso, el equipo de Semana desmintió esta noticia recurriendo a la fuente directa: la Registraduría Nacional. Por el contrario, la noticia del medio primario, el medio Pulzo, no recurrió a ninguna fuente directa y su nota era tan corta que solo tardaba un minuto para ser leída, un aspecto que era comunicado desde el inicio de la noticia. Este punto evidencia como el periodismo de calidad se diferencia desde el principio de cada nota y a partir del estilo, interés y línea editorial de cada medio. Tristemente, nosotros a veces somos conscientes de estos sucesos y los pasamos por alto debido a que nos dejamos llevar por nuestras emociones. 

 

Finalmente, estas reflexiones me llevan a cuestionar los límites que debemos tener los periodistas a la hora de trabajar con medios de comunicación donde su interés o estilo va de la mano con la inmediatez. Es un dilema ético que en clase de deontología periodística analizamos. No obstante, pese a que estas prácticas estén normalizadas, debemos empezar a aportar nuestro granito de arena dejando de consumir este tipo de medios y aún más importante, dejando de compartir estas noticias. Evidentemente, tenemos que estar de la mano con el pensamiento crítico para cumplir con este propósito y hacer frente a nuestra responsabilidad como comunicadores y consumidores. 

Referencias: 
Bilinkis, Santiago. (2019). ¿Cómo nos manipulan las redes sociales? Recuperado de: /www.youtube.com/watch?v=8nKCA9h-7BA

Geary, James. (2014). Hablando metafóricamente. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=FrYluSKZqJs

Zuluaga, Camila. (2019). TedxBarranquilla. El lado oscuro de compartir. Recuperado de: https://www.ted.com/talks/camila_zuluaga_el_lado_oscuro_de_compartir/transcript?language=es



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